El cardenal católico Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, ha concedido una entrevista a Noticias del CMI, un medio de comunicación del Consejo Mundial de Iglesias (CMI). La conversación tuvo lugar en el marco del Foro Cristiano Mundial celebrado en Tirana (Albania), que reunió a 150 dirigentes y representantes de alto nivel de varias tradiciones cristianas de más de 60 países con el fin de escucharse mutuamente y aprender unos de otros, así como de expresar su solidaridad con las iglesias y los cristianos del mundo que actualmente sufren discriminación y persecución.
Cardenal Kurt Koch (KK): «Me siento muy privilegiado y honrado por formar parte de este encuentro único que ilustra de forma significativa el cristianismo mundial actual y constituye una importante expresión de la solidaridad cristiana universal que va más allá de las barreras ‘denominacionales’ o ‘confesionales’ ».
La crisis migratoria parece preocupar a Europa y seguirá haciéndolo durante muchos años. También ha provocado una división en las iglesias, entre aquellas que se inquietan por su identidad y aquellas que se muestran más acogedoras. En una época en que se hace hincapié en la diversidad, ¿cómo cree usted que evolucionará la cuestión de la unidad? ¿Qué tipo de esperanza alberga?
KK: «En el mundo, nos enfrentamos a muchos desafíos, desafíos que son comunes para todos los cristianos y todos los seres humanos, y que creo que nos están acercando. Ahora mismo, pienso, en particular, en cuestiones éticas como la crisis de refugiados, la trata de personas y todas las difíciles cuestiones que se nos plantean a escala mundial.
»Es importante que las iglesias tengan una voz común, porque cuando no aúnan sus voces por lo que respecta a las principales cuestiones de nuestra sociedad, la voz cristiana se vuelve cada vez más débil.
»En primer lugar, debemos mejorar la solidaridad entre cristianos. Debemos profundizar nuestra solidaridad. Entonces podremos suscitar un mayor interés por el mundo de la solidaridad. Los cristianos debemos mostrarnos más solidarios entre nosotros, estar mucho más juntos ».
El Grupo Mixto de Trabajo entre la Iglesia Católica Romana y el CMI celebró recientemente su 50 aniversario y, con motivo de esta ocasión, el papa Francisco envió una carta muy atenta que alentaba a proseguir la colaboración práctica. ¿Cómo ve la evolución de esta colaboración? ¿De qué manera podemos profundizar nuestra solidaridad?
KK: «El Consejo Mundial de Iglesias y la Iglesia Católica trabajan juntos desde hace mucho tiempo, y pienso que han establecido una buena colaboración que deberíamos proseguir pero también profundizar. Trabajamos juntos por la justicia y la paz.
»En esta gran consulta de Tirana (Albania) nos reunimos para fortalecer y profundizar los vínculos personales de la unidad entre nosotros, participantes en este encuentro, y entre nuestras iglesias y las comunidades eclesiales de todo el mundo. Esta es una parte de nuestra colaboración, pero no es la única. Creo que hemos de seguir profundizando nuestra solidaridad de forma bilateral, mediante el diálogo y la colaboración práctica ».
El Papa, al igual que el CMI, ha puesto de relieve un tipo de unidad cristiana que emana de la solidaridad con los cristianos perseguidos. ¿Ve algún signo de esta unidad en el escenario actual, especialmente en Oriente Medio?
KK: «Sabemos que el 80% de todas las personas perseguidas por motivos religiosos son cristianas. Debemos ser más solidarios con la gente que sufre. La discriminación, la persecución y el martirio constituyen hoy un reto doloroso al que se enfrentan todas las iglesias y comunidades eclesiales en algún lugar del mundo. Cristianos de distintas tradiciones viven diversas formas de hostilidad por parte de gobiernos, grupos organizados e individuos simplemente por su fe en Jesucristo. Son expulsados de sus pueblos y ciudades, al tiempo que sus casas y posesiones son confiscadas, sus lugares de culto destruidos y los símbolos de su fe cristiana retirados de la vista del público ».
La Iglesia Católica, ¿cómo trabaja con los cristianos perseguidos y cómo va a su encuentro?
KK: «Tenemos diversas maneras de proceder. El Santo Padre siempre los menciona en sus oraciones y discursos. Desde antes de la guerra en Siria, hemos invitado a cristianos perseguidos a servicios especiales de oración en la plaza San Pedro. En nuestras oraciones, recordamos a todas las personas e iglesias que sufren ».
El año pasado, el cardenal Koch visitó Jordania y fue a un campo de refugiados para conocer a la gente que residía allí: «Hablamos con ellos y casi todos nos dijeron que no los olvidáramos en nuestras oraciones. Me sentí muy conmovido y estamos orando por ellos ».
Koch explicó el trabajo diario de Caritas, sobre todo en relación con las muchas iglesias orientales que actualmente trabajan en Oriente Medio. En esta región, «Caritas trabaja principalmente en el ámbito de la respuesta de emergencia, la migración, la educación, el desarrollo, el empoderamiento de las mujeres, el acompañamiento de los jóvenes y el voluntariado, la trata humana y la consolidación de la paz. Sus programas de asistencia humanitaria se han ampliado debido al aumento de los conflictos en la región ».
Koch concluyó diciendo: «Los cristianos perseguidos están muy cerca del corazón de la Iglesia Católica. Oremos los unos por los otros, escuchémonos mutuamente y aprendamos unos de otros. Busquemos juntos un entendimiento común y una respuesta adecuada al arduo desafío de seguir a Cristo unidos en el mundo de hoy ».
La consulta, que tuvo como tema “La discriminación, la persecución y el martirio: seguir a Cristo juntos” y fue celebrada del 2 al 4 de noviembre en Tirana (Albania), fue convocada por el Foro Cristiano Mundial junto con el Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos (Iglesia Católica Romana), la Fraternidad Mundial Pentecostal, la Alianza Evangélica Mundial y el Consejo Mundial de Iglesias. La reunión fue organizada en estrecha colaboración con la Iglesia Autocéfala de Albania, la Conferencia de Obispos Católicos y la Alianza Evangélica de Albania.
*Marianne Ejdersten es la directora del Departamento de Comunicación del Consejo Mundial de Iglesias
(oikoumene.org)