Para hablar de libertad religiosa es importante comenzar por establecer: Qué entendemos por Libertad y que entendemos por Religión.
Y luego al contextualizar en una realidad social concreta
¿Qué entendemos por libertad religiosa hoy?
Libertad humana : es la libre elección entre dos bienes el mejor. Y solo se logra la auténtica libertad si hay responsabilidad y respeto. Si alguien elige un mal ya no es libertad sino libertinaje. O si trata de imponer su mal, o incluso su propio bien a otro, se considera dictadura.
Religión: es la creencia humana que no repugna, ni se opone a la razón al concebir al ser humano como un ente espiritual que posee una vida que trasciende después de la vida terrenal y que tiene su origen y su fin de un ser superior o divinidad, como cada quien lo conciba.
Que esta divinidad es origen y fin de todo lo que existe. El creyente basa su fe en un libro sagrado y en un profeta, del cual recibe la predicación de su doctrina, y en el cual basa su culto, su moral y sus relaciones consigo mismo, con los demás, con la naturaleza y con su deidad.
Por lo tanto libertad religiosa va mucho más allá de tener cada quién la libre elección de creer en lo que quiera. Libertad religiosa va mas allá de tener la simple libertad de culto como en México donde tengo libertad de manifestar cultualmente mi fe dentro de los espacios religiosos construidos con ese fin, pero se me niega el derecho a ejercer con mis convicciones en muchos servicios públicos o políticos.
Libertad religiosa es lograr que haya un Estado laico donde verdaderamente se respete la laicidad de la educación pública y de las políticas públicas sin dejarnos llevar por el laicismo. Lograr que el Estado y sus leyes sea garante de esa laicidad y no permita que se señale a ninguna religión como causante de los males y que no permita se promueva el odio o el señalamiento contra ningún grupo religioso.
La libertad religiosa es mucho más que los símbolos religiosos que existen o se retiran de espacios públicos.
Libertad religiosa es donde se respeta la libertad a la objeción de conciencia en todos los espacios, donde está en juego la salud y la vida de las personas.
Libertad religiosa es cuando el Estado respeta la definición de matrimonio y de familia conforme nuestras convicciones religiosas, donde democráticamente somos mayoría los creyentes más que los no creyentes, pero que estos últimos han parecido ser más astutos que los que somos creyentes, e incluso han logrado dividirnos y confrontarnos. Y así permite nuestra falta de unidad de los creyentes, que se legislen leyes que dañan nuestra cultura y los valores del matrimonio y la familia en su misma naturaleza o concepción o en su propia realización.
El problema mayor no está en la libre elección de religión o en la libre manifestación religiosa. El problema más serio consiste en un sistema que rebasa el Estado de derecho y que impone ciertos colonialismos ideológicos a través de todos los medios a su alcance, como los medios de comunicación, incluyendo la instrucción en las escuelas publicas y a través de la fuerza legislativa, donde las reglas o normas señalan como faltas o delitos todas las acciones que se opongan a esas dictaduras ideológicas.
Libertad religiosa es la defensa de la mismísima dignidad humana desde su concepción hasta la muerte natural.
Libertad religiosa es llegar a estar libres de fundamentalismos e integrismos.
Hoy por hoy la libertad religiosa es la defensa conjunta de todas las religiones por los derechos humanos.
Hoy por hoy, hay que ponerle nombre al enemigo número uno contra toda religión, y yo no tengo como enemigo ninguna persona y ninguna Institución pero si tengo un enemigo ideológico que se llama: Dictadura.
Esa se puede llamar: comunismo, neo liberalismo económico o ideología de género.
P. Mario Escalera V.
Director del Departamento de Diálogo del Arzobispado de Monterrey DEDIIRCEC