Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- La segunda conferencia del Simposium estuvo a cargo de Mons. Piero Marini en las que señaló la situación actual que viven las familias: “Las palabras del Papa Francisco subrayan que a pesar de las preocupaciones por los nuevos formatos familiares, a pesar de las increíbles turbulencias que atraviesa la familia, a pesar de que muchos la consideran en vías de extinción, o al menos en crisis irreversible, la familia continua siendo viva y vital: se rompe pero se recompone, se debilita por una parte pero se fortalece por otra”.
Posteriormente señaló cómo ve la iglesia a la familia: “La tradición cristiana considera a la familia fundada sobre el sacramento del matrimonio entre hombre y mujer, como un bien inestimable, el ambiente natural de crecimiento de la vida, una indispensable escuela de humanidad, de amor y de esperanza”.
Mons. Marini señaló basándose en la Familiaris Consortio la relación de Familia y Eucaristía: “La Eucaristía es la fuente misma del matrimonio cristiano. En efecto, el sacrificio eucarístico representa la alianza de amor de Cristo con la Iglesia, en cuanto sellada con la sangre de la cruz. Y en este sacrificio de la Nueva y Eterna Alianza los cónyuges cristianos encuentran la raíz de la que brota, que configura interiormente y vivifica desde dentro, su alianza conyugal”.
“Cada familia que celebra la Eucaristía, encuentra aquí su vocación a convertirse comunidad de personas que experimentan la relación como elemento fundamental del bien común”, apuntó.
“La celebración se convierte para las familias en una permanente escuela de amor que enseña el difícil arte de amar y nos hace experimentar lo que enseña”.
Por. Juan Pablo Vázquez Rodríguez (amty.mx)
|